jueves, 3 de julio de 2008

NO QUEREMOS VERTEDERO, DEMANDAMOS PROGRESO Y EMPLEO.


Una vez mas la panda que nos gobierna quiere que nos convezcamos que la basura es rentable, que nuestro progreso, desarrollo y la creación de empleo viene acogiendo la mierda que echa la industria de otros lugares. No es que estemos en contra de la industria, creemos que este sector de trabajo y producción es fundamental para la creación de riqueza y de un empleo estable, que no dependa tanto de las temporadas y la climatología como el sector primario y el terciario -especialmente la hostelería-. Pero lo que tenemos que tener bien claro es el deber de la responsabilidad de lo que se manufactura, como se produce y sus consecuencias, entiéndase los residuos que genera. Por eso mismo, no podemos aceptar que las regiones donde se origina estos residuos se desinhiban de su responsabilidad y la mejor manera de quitársela es mandándola bien lejos, lo más remotamente posible, en una tierra despoblada como la nuestra en los extramuros más aislados de las grandes ciudades, donde seguramente esta basura sería mucho mas vigilada, menos aceptada dando lugar a políticas medioambientales que promoviesen mas la reducción de consumo, y el reciclaje. No debemos admitir que nos impongan los desperdicios de una industria que nos la niegan para nuestro desarrollo y creación de empleo que haga alejarse el continuo fantasma de la emigración que sigue corroyendo a nuestra rapaciada. Una transformación de las materias primas que no nos favorece directamente, pues se elabora fuera de nuestra provincia los productos manufacturados que ciertas corporaciones se extraen de la fuerza de naturaleza, como las eléctricas y las grandes multinacionales de la alimentación, que no dejan el valor añadido que produce la elaboración de estos componentes y que se instalan en los monstruosos núcleos de transformación, a donde finalmente es donde se crea trabajo y a donde nos obligan emigrar. Claramente, como decíamos anteriormente, nosotros debemos ser los responsables que lo que produzcamos, si realmente hubiese inversión industrial de la administración, sea cual fuese, local, autonómica, y/o estatal, que todas son competentes y su obligación para fomentaría el desarrollo y la creación de empleo en nuestra provincia. Esta industria que aprovecharía nuestros recursos, generaría residuos por mucho reciclaje que se hiciese, pero claramente tendríamos trabajo donde poder emplearnos y vivir dignamente sin tener que emigrar a las inmensas aglomeraciones, con lo cual aceptaríamos que estos residuos se acogiesen en nuestro medio, pues sería producto de nuestras propias necesidades y beneficios, y este ejemplo lo damos con los distintos centros de tratamiento de residuos, depuradora de aguas residuales y centros de tratamiento de residuos sólidos urbanos afincados en nuestra provincia, y que no lo estamos expulsando a otras regiones alejadas. Este tipo de desenvolvimiento que planteamos siempre sería más congraciado con la naturaleza pues sería más descentralizado donde se podría no solamente beneficiar los pueblos de nuestra provincia sino también las de otras provincias, con un aprovechamiento de recursos y de terreno mas eficiente, donde se ahorraría enormes gastos de transporte de las materias primas de una lejanas comarcas a los enormes centros urbanos. Donde la población no sufriría aglomeración de la contaminación acústica y de humos que ocasiona el transporte que circula, con un urbanismo aislador de la naturaleza, tendría claramente un progreso de vida más cercano al entorno que le rodea. Para concretar más, en el caso que más nos concierne actualmente, que no deja de ser una continuación de muchos otros proyectos del mismo estilo, recuerden la implantación de una central nuclear, cementerio nuclear que todavía está pendiente, central térmica, y ahora un vertedero de residuos sólidos industriales de Fresno de la Ribera, que nos quieren implantar como engañabobos, defendiéndolo nuestros gobernantes como algo necesario para nuestro desarrollo y trabajo. Vergüenza les tendría que dar. Claramente se siente muy seguros de su puesto, y sirven muy bien a la mano que les da de comer dentro de su partido y de sus cargos políticos instalados, aunque sea en contra de los derechos y la salud pública de la población zamorana. Pues claramente, este vertedero no afecta solamente a los vecinos de Fresno, sino también a los de Zamora ciudad, y siguiendo el curso del río a todo el medio rural afincado en la ribera del Duero. Debemos ser conscientes de lo que supone la instalación de este tipo de centros en lugares tan cercanos a núcleos urbanos y tan cerca del río y de aguas subterráneas. El peligro que corre la salud ante posibles fugas de aguas residuales procedentes de este vertedero y que fácilmente lleguen al río o se filtren en la tierra y contaminen fuentes y aguas subterráneas. Los malos olores que pueden sufrir la población, y la aglomeración de trafico de camiones que atraviesen las calles del pueblo para llevar estos residuos. Nadie nos asegura que en el vertedero no puedan con el tiempo empezar a tratar residuos que puedan considerarse peligrosos, modificando la actividad que ejecutase el vertedero, en principio solamente de tratamiento de residuos no peligrosos.

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