“El Capitalismo trata a la naturaleza como trata a los pobres”
“El capitalismo destruye la naturaleza”
Claramente el socialismo revolucionario desde frases tan claras y contundentes como estas, ve necesario transformarse en defensor de la ecología y medio ambiente.
Nosotros los socialistas revolucionarios, debemos salir en su defensa.
Debemos despreciar a los capitalistas y al capitalismo que emponzoñan nuestros ríos, las tierras que heredamos de nuestros padres, abuelos y ancestros y tenemos la responsabilidad de dárselo a nuestros herederos.
Qué mejor herencia podemos dar a los que vengan que darles unos ríos esplendorosos, llenos de vida; una tierra en la que poder vivir con los que nos ofrece; un aire respirable con un cielo lleno de estrellas que se puedan admirar en todas sus constelaciones.
Pero ante esta utopía, que es totalmente realizable, es siempre reprimido por las fuerzas del capital, pues su único interés es la de crear su riqueza sin pensar en el interés general, el de todos los ciudadanos.
Para la ejecución definitiva de la vida digna en el planeta, y en busca del mayor beneficio económico y más rápido, no les importa:
Torturar animales, para su provecho dentro del espectáculo, como el antitaurino.
Rapizar el campo, aniquilando por ejemplo, su vida a través de la cacería deportiva e innecesaria.
Aumentar y seguir contribuyendo a la contaminación de la atmósfera con emisiones de CO2 indiscriminadas, sin control, haciendo de nuestras localidades lugares irrespirables e inhabitables, que además produce el efecto invernadero, provocando el cambio climático, que está destruyendo la vida en el planeta.
Se sigue aumentando el consumismo energético para el interés de las eléctricas, en vez de ahorrar, y promover a su vez las energías renovables de una manera descentralizada.
Quieren vender mas y mas automóviles, consiguiendo así consumir mas derivados del petróleo, por el cual se están masacrando a la población civil en guerras inventadas desde arriba para el beneficio del oligopolio petrolero. Por esto, el socialismo revolucionario debe predicar por el transporte público y la bicicleta.
Como ellos lo que quieren es que seamos meros consumistas sin sentimiento ni conciencia, no plantean seriamente la reducción de residuos, de estas basuras y envoltorios a los que no se le da utilidad ni reciclaje.
No quieren plantear realmente una educación hacia la austeridad desde niños, empezando en la escuela, pues eso supondría atacar a unos de sus principios fundamentales del capitalismo, que es la necesidad que tienen de trabajadores que sean consumidores acríticos y sin ideología. Así ellos puedan utilizar nuestros impuestos a su merced y deseo, en busca de sus intereses particulares.
Al oligopolio petrolero ve necesario el uso de agroquímicos, transgénicos y la producción agrocombustibles en la agricultura, pues el consumo de energía y los derivados del petróleo son los que fabrican estos productos innecesarios que contaminan la tierra.
Para cambiar de sector, de la construcción es uno de los más favorecidos por la especulación que crea grandes propietarios inmobiliarios y hace cada vez más difícil el acceso a la vivienda. Para ello, tampoco les importa destruir amplias zonas ecológicas y costeras para la explotación turística.
El agua nuestro bien más preciado, está siendo derrochado en campos de golf, por ejemplo, sumamente consumidores innecesarios e improductivos en regiones con escasez.
Defender el mar y los ríos es un valor ante la pesca destructiva y su contaminación como vertederos.
Por todo esto, el socialismo revolucionario evoluciona en base a las nuevas problemáticas que están creando los burgueses capitalistas muy bien representados y conocidos, siendo apoyados por los dueños del poder, que a su vez, se sienten asegurados por estos mismos, en su sillón funcionarial.
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